martes, 29 de septiembre de 2009

Castigos crueles y entidades infernales


Quien no recuerda lo cabrones que han sido de siempre los dioses del Olimpo. La mitología griega nos ha dado una amplia y variada muestra de la crueldad con que aplastaban a los mortales y héroes que osaban contradecir su divina voluntad.

Siempre me ha impresionado el caso de Prometeo, quien no temiendo a los dioses, ridiculizó a Zeus y su poca perspicacia. Prometeo fue un gran benefactor de la humanidad, y urdió un primer engaño contra Zeus al realizar el sacrificio de un gran buey que dividió piel, la carne y las vísceras. Dejó entonces elegir a Zeus la parte que comerían los dioses. Zeus eligió la capa de grasa y se llenó de cólera cuando vio que en realidad había escogido los huesos. Desde entonces los hombres queman en los sacrificios los huesos para ofrecerlos a los dioses, pero la carne se la comen. Indignado por este engaño, Zeus privó a los hombres del fuego. Prometeo decidió robarlo, así que subió al monte Olimpo y lo cogió del carro de Helios. De esta forma la humanidad pudo calentarse.
Para vengarse por esta segunda ofensa, Zeus ordenó a Hefesto que hiciese una mujer de arcilla llamada Pandora. Zeus le infundió vida y la envió por medio de Hermes a Epimeteo, el hermano de Prometeo, en cuya casa se encontraba la jarra (en otras versiones un baúl o una caja) que contenía todas las desgracias (plagas, dolor, pobreza, crimen, etcétera) con las que Zeus quería castigar a la humanidad. Epimeteo se casó con ella. Pandora terminaría abriendo el ánfora, tal y como Zeus había previsto.
Tras vengarse así de la humanidad, Zeus se vengó también de Prometeo e hizo que le llevaran al Cáucaso, donde fue encadenado por Hefesto. Zeus envió un águila (hija de los monstruos Tifón y Equidna) para que se comiera el hígado de Prometeo. Siendo éste inmortal, su hígado volvía a crecerle cada noche, y el águila volvía a comérselo cada día. Este castigo había de durar para siempre, pero Heracles pasó por allli de camino al jardín de las Hespérides y le liberó disparando una flecha al águila. Esta vez no le importó a Zeus que Prometeo evitase de nuevo su castigo, al proporcionar la liberación más gloria a Heracles, quien era hijo de Zeus. Prometeo fue así liberado, aunque debía llevar con él un anillo unido a un trozo de la roca a la que fue encadenado.
Atádo a una roca en el cáucaso por robarle un mechero a los dioses...mientras un águila le come el higado y un cirujano le transplanta otro. Os habéis fijado lo cabrón que hay que ser en esta vida para decir: " vale, tú me dejas sin fuego, pues te quedas sin gintonics".


Otro caso paradigmático de maldad, por ambos lados fue Licaón,rey de Arcadia, cuya su apasionada religiosidad le llevó a realizar sacrificios humanos. sacrificando a todos los extranjeros que llegaban a su casa, violando la sagrada ley de la hospitalidad.
Como la policía no es tonta, Zeus se hizo pasar por un peregrino y Licaón se preparó para asesinarle, pero alertado por algunas señales divinas ( por ejemplo, los peregrinos no suelen portar la Égida)quiso asegurarse de no era un dios. Para ello, lo normal, hizo cocinar la carne de una de sus víctimas, y se lo sirvió a Zeus. Éste montó en cólera y transformó a Licaón en un lobo, incendiando después el palacio que había sido testigo de tanta crueldad.
Licaón fue padre de una numerosa prole, famosos por su insolencia e impiedad, y sus crímenes llegaron a oídos de Zeus, que se disfrazó de viejo mendigo y acudió al palacio de los licaónidas . Los jóvenes príncipes asesinarían a su propio hermano Níctimo y servirían sus entrañas (digo yo que encebolladas) al huésped, mezcladas con las de animales. Zeus convirtió a todos en lobos. Después devolvió la vida a Níctimo, que sucedió a su padre en el reino de Arcadia.


Pandáreo robó el mastín de oro que le había hecho Hefesto a Rea para que cuidara del recién nacido, Zeus se lo dio a Tántalo para que lo ocultara. Una vez pasada la alarma inicial sin que se supiera nada del perro, Pandáreo le pidió que se lo devolviera, pero Tántalo le juró por Zeus que nunca había oído hablar de él (ya saben "ni idea, no te lo dejarías en el bar!!!) Escandalizado Zeus por el perjurio aplastó a Tántalo con una roca que pendía del monte Sípilo y arruinó su reino.
Después de muerto, Tántalo fue eternamente torturado en el Tártaro por los crímenes cometidos. Su castigo: estar en un lago con el agua a la altura de la barbilla, bajo un árbol de ramas bajas repletas de frutas y desesperado por el hambre o la sed, cuando intenta tomar una fruta o sorber algo de agua, éstos se retiran inmediatamente de su alcance. Además pende sobre él una enorme roca oscilante que amenaza con aplastarle.


A continuación tenemos un caso de la cruelad es ejercida por una diosa. Luego me diréis que es que las chicas somos más malas que la Reina.
Mientras buscaba a su hija Perséfone, Deméter llegó a Eleusis disfrazada como una anciana. Allí conocería a Metanira, quien le pidió que cuidase de su hijo Demofonte (‘matador de hombres’), hermano de Triptólemo. Deméter se encariñó con el niño y, queriendo hacerlo inmortal, por el día lo ungía con ambrosía como si fuese un dios y por la noche lo acostaba desnudo sobre carbones al rojo vivo quitándole su carne mortal. Como Demofonte crecía más de lo normal, un día la sorprendieron, bueno más bien la espiaron, mientras ponía al niño en el fuego. Deméter quitó al niño del fuego y lo arrojó al suelo diciendo:
Insensatos sois los mortales ... Pues habría hecho inmortal a tu hijo y no habría envejecido en su vida, pero ahora no puede escapar en modo alguno de la muerte ...
Demofonte fue recogido del suelo y sus hermanas lo lavaron y abrazaron amorosamente, pero no lograron consolarlo, pues eran sus manos menos diestras. Fue entonces cuando Deméter se reveló como tal, cambiando su estatura y aspecto, apartando su vejez, y enseñó a Céleo y a los elesinos los ritos que celebrarían en su honor.
Deméter dio entonces a Triptólemo granos de trigo y un carro alado de una sola rueda tirado por dragones para que plantase las semillas desde el aire por toda la tierra, enseñándole de esta forma el arte de la agricultura. fue así como la diosa agradeció a Triptólemo la información sobre su hija que éste le había dado. Cuando Triptólemo enseñó a Linco, rey de Escitia, las artes de la agricultura, éste rehusó enseñarlas a sus súbditos y trató de matar a Triptólemo. Deméter le transformó en un lince.


Sísifo tampoco se andaba con chiquitas... Fue fundador y rey de Éfira, y promotor de la navegación y el comercio, pero también avaro y mentiroso. Recurrió a medios ilícitos, entre los que se contaba el asesinato de viajeros y caminantes, para incrementar su riqueza. Cuando Tánatos fue a buscarle, Sísifo le puso grilletes, por lo que nadie murió hasta que Ares vino, liberó a Tánatos, y puso a Sísifo bajo su custodia.
Pero Sísifo aún no había agotado todos sus recursos: antes de morir le dijo a su esposa que no ofreciera el sacrificio habitual a los muertos, así que en el infierno se quejó de que su esposa no estaba cumpliendo con sus deberes, y convenció a Hades para que le permitiese volver al mundo superior y así disuadirla. Pero cuando estuvo de nuevo en Corinto, rehusó volver de forma alguna al inframundo, hasta que allí fue devuelto a la fuerza por Hermes.
En el infierno Sísifo fue obligado a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio ( castigo irónico de parte de Minos: Sísifo no quería morir y nunca morirá pero claro, va a tener un poco de lio con la pridrecita).


No es menos flagrante el caso de Orfeo, el pobre orfeo. No vamos a discutir aqui si Orfeo, y por extensión todos los músicos son unos posilánimes...asiq ue me disculpen los platónicos 2.0. La historia más conocida sobre Orfeo es la que se refiere a su esposa Eurídice, quien fue mordida por una serpiente y murió. Consternado, Orfeo tocó canciones tan tristes y cantó tan lastimeramente, que todas las ninfas y dioses lloraron y le aconsejaron que descendiera al inframundo. Camino de las profundidades del inframundo, usó su música, ablandando el corazón de los demonios, e hizo llorar a los tormentos (por primera y única vez). Llegado el momento, con su música ablandó también el corazón de Hades y Perséfone, los cuales permitieron a Eurídice retornar con él a la tierra; pero sólo bajo la condición de que debía caminar delante de ella, y que no debía mirar hacia atrás hasta que ambos hubieran alcanzado el mundo superior y los rayos de sol bañasen a Eurídice. A pesar de sus ansias, Orfeo no volvió la cabeza en todo el trayecto. Llegaron finalmente a la superficie y, por la desesperación, Orfeo volvió la cabeza para verla; pero ella todavía no había sido completamente bañada por el sol, todavía tenía un pie en el camino al inframundo: Eurídice se desvaneció en el aire.
Orfeo al final de su vida desdeñó el culto a todos los dioses excepto al sol, a quien llamó Apolo. Orfeo, quejándose de la crueldad de los dioses, se retiró al alto Ródope y al Hemo. Una mañana temprano, ascendió el monte Pangeo (donde había un oráculo de Dioniso) para saludar a su dios al amanecer, pero fue despedazado por las ménades tracias por no honrar a su anterior patrón, Dioniso. Su muerte, análoga a la muerte de Dioniso, para quien, por lo tanto, ha ejercido la función de sacerdote o avatar. Según Platón, los dioses le impusieron a Orfeo el castigo de morir a manos de mujeres por no haber tenido el arrojo de morir por amor...y así fue como se inventó la violencia de género.


De estas historias sacamos algunas conclusiones rápidas acerca de los dioses:

1. A los dioses les encanta disfrazarse de peregrinos y/o mendigos
2. Los dioses gustan mucho de transformar a la gente en animales
3. Como decía nietzche sin crueldad no hay fiesta.
4. El castigo del dios griego es el ejemplo paradigmático de tentacion sin satisfaccion.

Desde que Nietszche hablase de la muerte de Dios, los mortales andamos un poco desubicados a nivel moral, pues ya no hay una criatura divina o infernal que te castigue de manera contundente por tus ofensas... Y de esa manera el mundo se ha divido en dos clases de personas, los que se creen dios y los eternos castigados sin postre. Yo recomiendo lo primero, pues al menos puedes liberar tu furia de manera desproporcionada o no. Para ello, la Sociedad Educativa Deux Ex Machina está proporcionando educación de calidad y orientación profesional, para que todos podamos ser Dioses, como Dios manda.

1 comentario:

Carlos N. G. Bocos dijo...
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