Viernes 11 de diciembre, en una mano una entrada para el concierto de los Sonics y en la otra un puñado de expectativas difíciles de satisfacer. La industria de la música es una amante esquiva que en numerosas ocasiones te produce más frustraciones que alegrías.
Desde que se volvieran a juntar en 2007, The Sonics nos habían visitado con cierta regularidad (en el Primavera Sound, el Noise On Tour Rocks y el Azkena Rock Festival) y en esta última gira española, el quinteto estadounidense ofrecería dos únicos conciertos, en Bilbao y Madrid, que prometían ser inolvidables y que resultaron, al menos en su cita madrileña, inolvidablemente decepcionantes.
Que las leyendas del rock retomen las armas es un hecho que siempre despierta suspicacias. En este caso, el desengaño estaba garantizado, sobre todo si eres una de esas personas que albergan la ridícula esperanza de que los Sonics sigan siendo aquellos jovencitos a los que les sentaban tan bien los trajes y que con su sonido turbio y sus desgarradores alaridos hacían que se tambaleasen los cimientos del mismísimo infierno. Y es que si algo caracterizaba a esta banda era su fuerza brutal, sus sonidos salvajes y su actitud pre-punk, cosa que difícilmente podría conservarse 40 años después.
Desde que se volvieran a juntar en 2007, The Sonics nos habían visitado con cierta regularidad (en el Primavera Sound, el Noise On Tour Rocks y el Azkena Rock Festival) y en esta última gira española, el quinteto estadounidense ofrecería dos únicos conciertos, en Bilbao y Madrid, que prometían ser inolvidables y que resultaron, al menos en su cita madrileña, inolvidablemente decepcionantes.
Que las leyendas del rock retomen las armas es un hecho que siempre despierta suspicacias. En este caso, el desengaño estaba garantizado, sobre todo si eres una de esas personas que albergan la ridícula esperanza de que los Sonics sigan siendo aquellos jovencitos a los que les sentaban tan bien los trajes y que con su sonido turbio y sus desgarradores alaridos hacían que se tambaleasen los cimientos del mismísimo infierno. Y es que si algo caracterizaba a esta banda era su fuerza brutal, sus sonidos salvajes y su actitud pre-punk, cosa que difícilmente podría conservarse 40 años después.
4 comentarios:
Pues ahí estamos, con una guadaña esperando para usarla el día en que seas seria y responsable... que va!!! ya decepcionará uno un poco antes...que lo mismo da...vaya lío.
Qué ridículo criticar a la gente cuando pierde su capacidad para entretenernos, como si ese debiera ser su objetivo vital.Un abrazote maja.
shorliv: uno de tantos príncipes tártaros con tendencias sádicas.
Creo que estoy lo suficientemente besugo como para que el moderador censure
Perdón? dices que no se puede criticar a alguien (que se encuentra dentro de la industria del entretenimiento) porque no nos entretiene al módico precio de 28 euros?
Pero bueno, creo que deberías releer la entrada, porque me da a mi que la has leido rápido y no te has enterado de nada. y cuando acabes te voy a poner un comentario de texto
Suele pasar...quedémonos con sus discos, discrepo en cuanto a los Fuzztones, me parecen otros petardos, si hay un grupo "viejuno" que se salve, bajo mi modesta opinión esos son los CYNICS
OSCAR
Actualiza!!!
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