sábado, 23 de julio de 2016

De guacamayos tropicales, homínidos y otros encuentros con "el otro cultural".


Research & Destroy regresa con la más rabiosa actualidad antropológica y filosófica!!!!

Empezamos el día con un  con un asombroso descubrimiento en Rising Star, un sistema de cuevas de la región sudafricana conocida como "la Cuna de la Humanidad".

Se trata de una nueva de especie de homínido, la nueva estrella en la evolución humana: el "homo naledi" (estrella en legua sesotho).

La mayoría de especialistas piensan que los naledi vivieron hace dos millones de años, siendo contemporáneos del homo habilis -homínido al que una alumna mía atribuye el descubrimiento de la metafísica- y el homo erectus.

De escaso desarrollo cerebral, con una capacidad craneal de 450 cc., los naledi presentan pensamiento simbólico y pulgar oponible y, por tanto, podrían cazar pokemons.



Continuamos la noche con un trabajo de campo, acompañada de un filósofo y antropólogo invitado, que vino a deleitarse con una de las manifestaciones culturales más variopintas de la capital, el Guacamayo Tropical  de la sala Caracol.

De esta guisa, dos jóvenes antropólogos pertrechados con camisa de palmeras, alternaron perspectivas etic y emic a ritmo de cumbia electrónica, recopilando abundantes datos sobre ritos y costumbres del "otro cultural".


https://soundcloud.com/andresguacamayo/guacamayo-tropical



Sólo decir que no sé cómo podré aguantar hasta el próximo guacamayo que no será hasta diciembre.



La filosofía también fue la protagonista de la noche, que nos llevó a grandes descubrimientos como que "Nietzsche no tenía ni nombre"(escuchado en la letra de una canción hip hop; hube de aclararle al cantante que se llamaba Friedrich).


También la filosofía fue denostada por otros, "y tú qué eres, un filósofo de mierda" (Repetido por una mujer  hasta en 4 ocasiones en el lapso en el que  fumaba furtivamente un cigarrito a la puerta mismo concierto...No me quedó más remedio que intervenir "Sepa usted que hay filósofos en la sala, cuyas sensibilidades pueden ser heridas por sus palabras"...

Aunque podría haberme remontado a la tradición de Diógenes Laercio, quienes nos recordaba que la filosofía se ocupa de todo, de lo humano y lo divino, de lo más grande, empezando por el cosmos, y de lo más pequeño, hasta los excrementos de los piojos, y por tanto, también hubo filósofos de mierda (de piojo).

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